martes, 7 de abril de 2015

CARTA DE UN NIÑO ABORTADO!!




Aunque tu no quisiste que yo naciera, no puedo dejar de decirte mamá. Te escribo desde el cielo, para explicarte lo feliz que yo estaba desde que comencé a vivir en tu vientre. Yo deseaba nacer, conocerte y pensaba que algún día llegaría a ser un niño alegre. Soñaba con ir a la escuela y llegar a ser un hombre muy importante. Yo creía que cuando cumpliera los 9 meses de estar junto a tu corazón yo naciera, todos se iban a alegrar en casa con mi llegada. Pero tú no pensabas igual que yo. ¿ Verdad mamá? y un día cuando yo estaba contento jugando en más recóndito de tus entrañas sentí algo extraño... que no sabría explicarlo... algo que me hizo temblar.

Sentí que me quitaban la vida. Yo quise defenderme... pero la muerte, con su implacable y metálica voz, me sorprendió, cuando en tu vientre jugaba tan contento y solo pensaba en nacer para adorarte.




Entonces no comprendí quién me quitaba la vida, dime, mamá, dime mamá quién podría entrar impunemente dentro de ti y llegar hasta donde tan seguro me hallaba para matarme?

¿Quién sabía que estaba ahí?, ¿Quién fue mamá, quién?
¿Dónde estabas tu que no me defendiste?
Yo, que tenía tantas ilusiones y tu me las quitaste todas, yo que pensaba ser un buen ingeniero, un patriota, un revolucionario digno y capaz. Hubiera podido ser un buen hijo y un buen padre, pero tu me lo negaste todo.

¿Sabes una cosa mamá?. Ayer estuve hablando con Dios y le pedí, que por favor que aclarase la verdad de mi muerte. El me abrazo con cariño y me dijo michas cosas... Las palabras más maravillosas y alentadoras que jamás escuché; las mismas que siempre soñé con escuchar en tus labios de madre, cuando todavía esperaba que me arrullaras en tus brazos.
Me dijo también que solo el es el dueño de la vida y que nadie tiene derecho ni poder para quitarla.

Por mis ojos caían torrentes de lágrimas, pero Dios me estrecho contra su pecho y me susurró tiernamente:
"Pequeño mío, si tú no tienes madre, YO TE DARÉ LA MÍA", y me enseño a la Virgen y me ha dado todo lo que tu me negaste.

Mamá antes de despedirme de ti voy a pedirte un favor: Que está carta que te escribo se la leas a tus amigas y futuras mamás para que no cometan el monstruoso error que tu cometiste conmigo.

Te envió con todo mi cariño que hubiera querido darte con la vida y te pido que te arrepientas de lo que hiciste con tu hijo que nunca nació.





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