Carta abierta a mi ex novio...
Ahora sé que esto no tuvo nada que ver conmigo y sí todo que ver contigo...
Te escribí está carta para decirte que te perdono. Y de verdad estoy muy feliz de que hayas encontrado a alguien nuevo. Espero que ella sea todo lo que quieres y que pediste. Y te deseo la mejor de las suertes en tus futuros esfuerzos. No sabes esto, pero te estoy agradecida y te explico por qué:
Después de ese tiempo, ya no me pregunto más por qué ya sé. Ahora sé exactamente por qué, si hubo momentos en los que me sentía tan enojada por herirme de la forma en la que hiciste.
Pero ahora soy más inteligente, sé que si te guardo rencor, te doy poder, y ya tomaste mucho de mi. Sé que si no te perdono, nunca podría encontrar a alguien más.
Por más que me heriste, que me hiciste sentir insignificante y pequeña, espero que algún día venga alguien que no me haga sentir así.
Viendo atrás la peor cosa que me hirió fue permitirte que lo hicieras, que me hirieras. Estaba ciega. Cuando veía que le prestabas atención a otras chicas, yo estaba ciega. Cuando ignorabas mis mensajes que te preguntaban qué tal iba tu día, yo estaba ciega.
Cuando solo pasabas tiempo conmigo cuando te convenía, yo estaba ciega. Cuando me criticabas a cada segundo y me herías, yo estaba ciega.
Ese precio que pague fue tu negación, estuve ciega por todo un semestre, jugaste tu juego muy bien.
Pero terminé ese juego una noche antes de mi examen final de biología, cuando de la nada me dijiste que algo había cambiado. Y sabía exactamente lo que había cambiado. Esa noche, con el aire frío de diciembre, escuché tus razones.
Pero tomó escuchar una oración de tus labios, para finalmente poder abrir los ojos. En un segundo cambiaste todo lo que sentía por ti. Mientras hablabas no podía siquiera mirarte. Y cuando me abrazaste porque te sentías culpable, me separé y camine lejos de ti, sin voltear atrás.
No creí que fuera posible que alguien me lastimará de la manera que tú lo hiciste. Porque eras lo suficientemente inteligente como para saber que los buenos momentos superan a los malos. Y sí cuando tuvimos buenos momentos, eran los mejores.
Tengo caballeros en mi vida que me enseñaron mejor. Si tu hubieras sido uno de ellos, me habrías mirado a los ojos y me habrías dicho, tarde o temprano que yo no era lo que tú querías.
Me hubieras dado un straight directo, pero en el proceso te habría tenido más respeto. Aún así te perdono. ¿Por qué te perdono?Por que eres un chico de 20 años. Un niño, no un hombre. Y fue mi error dejar que jugarás conmigo.
Al final no fuiste un error. Fuiste una lección que aprendí, así que te doy las gracias por eso y por lo que aprendí, pese al dolor que experimenté. Y es que la vida es un proceso de aprendizaje. Cometemos errores y aprendemos.
Aprendí De ti. Aprendí de una manera dura, pero aprendí. Y nunca jamás volveré a permitir que alguien me traté como tu lo hiciste. Ahora sé que esto no tuvo nada que ver conmigo y si todo que ver contigo. Porque una vez alguien que amaste te hirió y no puedo culparte por eso.
Tengo buenos recuerdos de ti y elijo recordarte de esa manera, así como elegí perdonarte. Y si, he encontrado que los buenos vienen tras los malos y que el perdón es mayor que el dolor.
YA NO SIENTO NADA...
Fuente: actitudfem.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario