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miércoles, 6 de julio de 2016

LAVALE LAS MANOS A TU PADRE...



LAVALE LAS MANOS A TU PADRE...


Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: " 
-¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven respondió "no".
-"¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? "
-" Si."-respondió.
-"¿Dónde trabaja tu padre? "
-"Mi padre hace trabajos de herreria."
El director pidió al joven que le mostrara sus manos . 
El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.
-"¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo? "
-"Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo.
El director dijo: 
-"Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana."



El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta. 
Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos. 
Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó.
Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro.
Después de limpiar las manos de su padre, el joven se puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo hablaron durante un largo tiempo.

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.
El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: -"¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?"
El joven respondió: -"lavé las manos de mi padre y también terminé de asear y acomodar su taller"
-"Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.


El director dijo: "Esto es lo que yo busco en mi gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado".

Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla una "mentalidad de tengo derecho" y siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres. 
Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?
Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de computación, ver en una gran pantalla de televisión. Pero cuando estás lavando el piso o pintando una pared, por favor que también él lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico seas, lo que quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven. 
Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar 



martes, 28 de junio de 2016

VUELO AL ALMA



VUELO AL ALMA

Cuando el camino se hace cuesta arriba… 
NO LO DEJES
Cuando las cosas andan mal… 
NO ABANDONES

Cuando no consigas resultados y se sumen los problemas…
NO TE RINDAS

Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar… 
NO DECAIGAS
Cuando la suerte, te sea adversa y no encuentres fuerzas para seguir… 
NO RENUNCIES
Cuando no encuentres compañeros de lucha…
NO TE APURES

¡Hay manos que sostienen las tuyas! 
Cree y siente cada minuto de tu vida, deja que tu alma "vuele libre" por los jardines hermosos de la confianza en Dios, que llega donde nuestra visión no puede alcanzar, pero sí donde nuestro corazón puede sentir.
¡Tu alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo! 
INTENTALO
Cierra los ojos por algunos minutos y deja que tus pensamientos se llenen de Amor. 
No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la tierra, ni tener resueltos todos nuestros problemas, pero podemos aprender a mirar las cosas, con ojos de Amor.
Si pensamos que todo es pasajero, miremos también con Amor todo lo que nos parece negativo. De esta manera observaremos con felicidad como poco a poco el mal se transforma en bien y las tristezas en alegrías.
Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer. 
Nuestras necesidades de hoy, también pueden ser las alegrías de mañana. 
Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente... no te quedes en el medio del camino porque un poco más adelante... ¡te espera la recompensa de Jesús!







QUÉDATE AQUÍ...


QUÉDATE AQUÍ...

Quédate aquí, –dijo la mujer, aparentando dulzura, aquí vas a estar muy bien.
Verás correr a los perritos y te vas a divertir mucho. A continuación puso una bolsa con pañales a su lado y una nota escrita que decía: «Me llamo John King y padezco de Alzheimer», y desapareció, abandonando al anciano en una pista de carreras de perros.
La que abandonó al anciano era Sue Gifford, una mujer de cuarenta y un años de edad y el anciano abandonado era su propio padre, de ochenta y dos años, y víctima de Alzheimer.


Para librarse de la carga que significa esa enfermedad, la hija lo llevó a una pista de carreras de perros y lo abandonó en su silla de ruedas. El juez la condenó a seis años de prisión.
Este caso, que apareció en uno de los periódicos de Estados Unidos, conmovió a toda una comunidad. Se sabe que la enfermedad de Alzheimer es dolorosa. Deja a la persona totalmente inhabilitada y no puede valerse por sí misma. Es un caso patético del ser humano que ha perdido lo mejor de si.
No obstante, hay una ley universal que descansa sobre el ser humano: «Obedezcan y cuiden a su padre y a su madre. Así podrán vivir muchos años en el país que les voy a dar» Éxodo 20:12.
Este es el quinto mandamiento del decálogo de Moisés. Abandonar a los padres ancianos por cualquier causa que sea y especialmente si es sólo por quitarnos de encima el estorbo que ellos representan, es el colmo de la ingratitud y el desprecio.
Hay excelentes establecimientos especializados para prestar la debida atención a los ancianos.


Muchos hijos, con sabiduría y cariño, internan allí a sus progenitores, porque se les hace imposible convivir con ellos. Pero no los abandonan, siguen en el corazón de cada hijo, se toman el tiempo de estar con ellos demostrando preocupación y ternura.
Sin embargo, cuando se da el caso de hijos que no tienen la facilidad de internar a sus padres en lugares como esos, tiene que ponerse en juego otros recursos. Aquí es donde entra un amor muy especial y un cariño único.
El mandamiento de honrar a los padres viene de Dios. También viene de Dios, para quien lo desee, la inspiración, la paciencia y la determinación de proceder conforme a los eternos y justos mandamientos divinos.

«Honremos a nuestro padre y a nuestra madre. Algún día seremos nosotros los que recibamos esa honra»




lunes, 27 de junio de 2016

LA SONRISA DE UN NIÑO...




LA SONRISA DE UN NIÑO...

UNA SONRISA
No cuesta nada y vale mucho
UNA SONRISA
Enriquece a quien la recibe, sin empobrecer a quien la da.
UNA SONRISA
Dura sólo un instante, pero sus efectos perduran para siempre.
UNA SONRISA
Nadie es tan rico que no precise de ella, ni tan pobre que no merezca una.
UNA SONRISA
Lleva la felicidad a todos y a todas partes.
UNA SONRISA
Es símbolo de amistad, de buena voluntad, es un aliento para los desanimados, un reposo para los cansados, un rayo de sol para los de corazón triste.
UNA SONRISA
Debe ser como la de un niño, llena de gozo y alegría.
UNA SONRISA
Constituye un buen remedio para el corazón.....
SONRÍE!!!  JESÚS TE AMA!!!



EL PERDÓN...


EL PERDÓN...

Como de costumbre el tren hacia su recorrido, pero esta vez fue testigo de una historia cargada de una gran emoción.
En él viajaba un joven que tenía su rostro entre las manos. Cuando se dejaba ver, se percibían las huellas de tristeza, dolor y preocupación.
Un señor mayor que estaba sentado frente a él, le pregunto cuál era el motivo de su turbación. El joven comenzó a relatarle su historia: – "En mi adolescencia, no repare en los consejos de mi madre y en una de mis andanzas, maté a una persona. Fui juzgado y condenado a diez años de prisión, cumplí la sentencia en una cárcel lejos de mi casa. Nadie me visito, ni me escribió durante ese tiempo y todas las cartas que envié no tuvieron respuestas.
Unos meses atrás, cuando supe que me iban a liberar le escribí a mi madre una carta pidiéndole perdón por no haber tenido en cuenta sus consejos, y le comuniqué que en pocos meses saldría en libertad, que deseaba regresar a casa, además quería saber si ella me perdonaría.


Continuó diciendo: - No sé si me estarás esperando, pero si lo vas hacer te pido que me des una señal. ¿Te acuerdas del naranjo que está en la estación de trenes? Si me has perdonado y aceptas que regrese a casa, pon una cinta amarilla en ese árbol, cuando esté llegando, si la veo, me bajaré, de lo contrario seguiré de largo.
Mientras tanto el tren se acercaba a la estación en la que debería bajar. El joven con mucho temor le pidió a su compañero de viaje, que mirara por él, mientras se tapaba su rostro.
El tren comenzó a disminuir su marcha, cuando de repente, el señor que estaba mirando por la ventanilla, gritó lleno de alegría: – ¡Mira, mira…! Alzando los ojos surcados por las lágrimas, el joven no podía creer lo que estaba viendo, contempló el espectáculo más hermoso que podían ver sus ojos. El naranjo no tenía una cinta amarilla, tenía cientos y no solo eso, todos los árboles del pueblo estaban colmados de cintas amarillas. No solo su madre, sino sus amigos y conocidos le querían demostrar que lo habían perdonado. Cientos de personas le dieron una cariñosa bienvenida.


Quiero que sepas que hay una persona llamada Jesús, que como la madre y los amigos del joven de la historia, puede perdonarte hasta el acto más aberrante que hayas cometido. Muchas veces escuchamos decir a las personas, «No tiene perdón de Dios» Sí… claro que lo tiene. Hasta el personaje más siniestro que el mundo haya conocido puede alcanzar el perdón de Dios. ¡Quita esta mentira de tu mente, solo debes arrepentirte y recibirás Su misericordia!
Te parecerá extraño, pero así es el Señor. ¿Sabes por qué? Porque Él es amor, y nos ama a pesar de lo miserable que podemos ser. Su misericordia… es infinita…

«El joven de la historia tenía miedo de no ser perdonado, por eso pidió una señal. Cuando pidas perdón a Dios, jamás tengas temor, antes de que tú se lo pidas, todos los árboles del cielo, ya están repletos de cintas amarillas»




EL PUENTE DE LOS HERMANOS...



EL PUENTE DE LOS HERMANOS...


No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas contiguas, tuvieron un conflicto. Éste era el primer problema que tuvieron después de 40 años de cultivar las tierras hombro a hombro, compartir el duro trabajo y de intercambiar cosechas y bienes en forma continua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño malentendido que fue creciendo hasta llegar a abrir una tremenda brecha entre ellos, que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda serle de ayuda".
"Sí", dijo el mayor de los hermanos, tengo un trabajo para usted. Mire, al otro lado del arroyo, en aquella granja, ahí vive mi vecino, es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él tomó su buldózer y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros.
Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca, de dos metros de alto, para no verlo nunca más.
El carpintero le dijo: Creo que comprendo la situación. Muéstreme dónde están la madera, los clavos y las herramientas y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho. El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir a comprar provisiones al pueblo.
El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca del atardecer, cuando el granjero regresó, el carpintero había terminado con su trabajo. El granjero quedó, perplejo con lo que vio. No había ninguna cerca de dos metros; en su lugar había un puente. Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una verdadera obra de arte.
En ese momento, su hermano menor, vino desde su granja, cruzando el puente, abrazó a su hermano, con los ojos llenos de lágrimas, le dijo: Eres un gran hombre, por construir este hermoso puente después de lo que te he hecho, gracias y perdóname.
En silencio el carpintero guardó las herramientas y se dispuso a marchar, cuando Luis, el hermano que le había contratado grito: ¡No te vayas espera!, quédate, tengo muchos proyectos para ti.
-Me gustaría quedarme dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes por construir.
“Dios y el hombre estaban separados por un abismo, pero como el carpintero, Jesucristo en la cruz se ofreció como puente. Tú no tienes que hacer nada, el puente ya está ahí. Crúzalo y podrás recibir el abrazo restaurador de Dios”



CUIDADO CON EL DESALIENTO...



CUIDADO CON EL DESALIENTO...

Cuenta la historia que un día, el diablo decidió retirarse de su actividad y vender sus herramientas al mejor postor. Cuando llegó la noche de la venta, tenia preparado todo su material, que por cierto, era un lote siniestro: ODIO, CELOS, ENVIDIA, MALICIA, ENGAÑO... y todo lo malo que puedas imaginar.


De entre todas las herramientas había una muy gastada, como si hubiese sido usada muchísimas veces. Sin embargo, era más cara que el resto de las herramientas. Alguien le preguntó al diablo, cual era esa herramienta tan cara. "DESALIENTO" fue la respuesta.



¿Por qué su precio es tan alto?, siguió preguntando. Porque esa herramienta, respondió el diablo, es la más útil de todas, con ella puedo entrar en la conciencia de las personas y una vez dentro, por medio del desaliento, puedo hacer de esa persona lo que se me antoje.

Está muy gastada, porque la uso con casi todos los seres de este mundo.


A pesar de la explicación y de ver la gran utilidad de esa herramienta, nadie la pudo comprar, porque el precio del desaliento era muy alto. Esa es la razón por la que aún sigue siendo propiedad del diablo.


El desaliento es uno de los estados de ánimo contra el cual es indispensable fortalecerse. Nos desalentamos con las situaciones económicas, laborales, familiares, con el fracaso, con el engaño, con la mentira, con el desamor. . .


Debemos mantenernos alertas contra el desaliento. 

Si hay un tropezón o una caída no hay que rendirse. 

Cada día podemos empezar otra vez desde el punto más alto.

"Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible 

y de repente estarás haciendo lo imposible”
 San Francisco de Asís



A PARTIR DEL PRÓXIMO AMANECER...



A PARTIR DEL PRÓXIMO AMANECER...

Hoy decidí que a partir de mañana voy a cambiar algunos detalles de mi vida, para que cada día no sea más de lo mismo, sino que sea como un nuevo amanecer, como empezar a vivir de nuevo. Decidí que solo me acordaré del pasado para corregir los errores que cometí y para que me sirva de experiencia.
No todas las personas que amo, me corresponden como me gustaría… ¿Y qué pasa? A partir del próximo amanecer voy a continuar amándolas, sin tratar de cambiarlas. Quizás si fueran como yo quiero, dejarían de ser las personas que amo. Cambiaré yo mi manera de verlas y respetaré su modo de ser.



No pienses que voy a desistir de mis sueños. A partir del próximo amanecer, voy a luchar con más garra para que se cumplan. Pero esta vez será diferente, porque no volveré a responsabilizar a nadie por mi felicidad. ¡¡Voy a ser feliz!! Y mi vida no se detendrá porque lo que deseo no sucede, porque un mensaje no llega, o porque no oigo lo que me gustaría oír.
Voy a ser feliz ahora…
A partir del próximo amanecer, voy a agradecerle a Dios por cada día de mi vida, por darme fuerzas para vivir, a pesar de mis problemas. Y no voy a obsesionarme por los problemas que no conseguí resolver.
Dejaré de sufrir por lo que no tengo, por lo que no oigo o no leo. Por el tiempo que se fue y dejaré de sufrir por anticipado, pensando siempre en lo peor. A partir del próximo amanecer, solo voy a pensar en las cosas buenas que tengo.


Voy a aprovechar el tiempo que esté con mis amigos para sonreír, cantar, para repartir felicidad.
A partir del próximo amanecer voy a ser yo mismo. Nunca más voy a tratar de ser un modelo de perfección. Nunca más voy a sonreír o decir palabras amorosas, cuando no lo sienta o porque creo que los otros quieren oírlas.

«A partir del próximo amanecer… voy a vivir mi vida sin miedo a ser feliz»




viernes, 24 de junio de 2016

UN ÁNGEL SALVO LA NOCHE...



UN ÁNGEL SALVO LA NOCHE...

Dicen que un ebrio en un automóvil se pasó una luz roja. Causó un accidente múltiple de seis 

autos en la calle 109.

Muchos cuerpos tendidos estaban por doquier y sangre regada por todos lados las sirenas 

ululaban, la muerte estaba en el aire.

Una madre atrapada dentro de su auto, fue escuchada sobre todo por el ruido, su ruego casi rompe

 el aire: Oh, Dios, por favor salva a mis niños!

Ella trataba de liberar sus manos atrapadas, pero el metal torcido la mantuvo cautiva.



Su mirada llena de terror se enfocó en donde el asiento trasero había estado, pero todo lo que vio 

fue vidrio roto y dos sillas de niños destruidas. Sus gemelos no se veían por ningún lado; ella no 

los escuchaba llorar. Y luego, ella rogó para que hayan sido arrojados del vehículo. Oh Dios, no

 los dejes morir! Luego los bomberos llegaron y la liberaron, pero cuando buscaron en la parte 

trasera, no encontraron niños, aunque los cinturones de seguridad estaban intactos.

Ellos pensaron, que la mujer estaba loca y que estaba en el auto sola, pero cuando trataron de 

interrogarla descubrieron que había desaparecido. Policías la vieron corriendo sin rumbo gritando 

mas fuerte que el ruido de las ambulancias suplicando desesperadamente. Por favor ayuda para 

encontrar mis niños!

Ellos tienen cuatro años de edad y visten camisa y jeans azules para hacer juego. Un policía


 hablo, están en mi auto y no tienen ningún rasguño. Ellos dicen que su Papá los puso ahí, y les 

dio a cada uno una paleta de dulce, luego les dijo que debían esperar a que su mamá regresara 

para que los lleve a casa. El policía dijo que busco por todos lados pero no puedo encontrar al 

Padre. Probablemente dejo el área, supongo, y eso es muy malo. La Madre abrazó a los gemelos y

 dijo, mientras se limpiaba las lágrimas. Él no pudo haber dejado el área, ya que el murió hace un 

año.

El policía pareció confundido y preguntó, ¿Cómo puede ser eso verdad? Los niños dijeron, Mami,

 Papi vino y dijo que te diéramos un beso por él. Él dijo que no debíamos preocuparnos y que tu

 estarías bien, y luego nos puso en este auto con las luces brillantes y bonitas.

Queríamos que el se quedara con nosotros porque lo extrañamos mucho, pero él nos abrazó muy 

fuerte y dijo que tenía que irse.

El dijo que algún día entenderíamos y nos dijo que nos portáramos bien, y que te dijéramos que el

 siempre nos está cuidando. La Madre supo sin lugar a dudas que lo que ellos decían era verdad,

 ella recordó las últimas palabras del Padre: Yo los cuidaré.


El reporte de los bomberos no pudo explicar como el auto había sido totalmente destruido y 

ninguno de los tres tenía heridas.

Pero en el reporte de la policía estaba escrito en letras muy pequeñas:

Un Ángel salvó la noche en la Autopista 109.



RACISMO...



RACISMO...

En un avión, iniciado el vuelo, una "señora" oprime insistentemente el timbre

 para llamar a la azafata

-¿Cuál es el problema, Sra.? - Pregunta la azafata

-¿Es que no lo ve? - Responde la dama

- Me colocaron junto a un sucio indígena. No soporto estar al lado de uno de

 estos seres repugnantes. ¿¿¡¡No tiene otro asiento!!??

-Por favor, cálmese… -dice la azafata- Casi todos los asientos están ocupados. 


Pero, voy a ver si hay un lugar disponible

La azafata se aleja y vuelve de nuevo algunos minutos más tarde:





-Sra., como yo pensaba, ya no hay ningún lugar libre en la clase económica. 

Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en

 la clase económica. No obstante, tenemos aún un lugar en primera clase.

Antes de que la dama pudiera hacer el menor comentario, la azafata sigue:

-Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en

 primera clase. Pero, dadas las circunstancias, el comandante encuentra que 

sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan 

repugnante.

Todos los pasajeros alrededor, observaban la escena, indignados.

Entonces, la azafata, dirigiéndose al indígena, le dice:


-Si el Sr. lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera

 clase le espera.

Y los pasajeros, que sorprendidos, presenciaban la escena, se levantaron y

 aplaudieron..




LA ROCA...



LA ROCA...

Cuentan que un muy buen hombre vivía en el campo, pero tenía problemas físicos. Un día se le

 apareció Jesús y le dijo: "Necesito que vayas hacia aquella gran roca de la montaña, y te pido 

que la empujes día y noche durante un año". 

El hombre quedó perplejo cuando escuchó esas palabras, pero obedeció y se dirigió hacia la 

enorme roca de varias toneladas, que Jesús le mostró. 

Empezó a empujarla con todas sus fuerzas, día tras día, pero no conseguía moverla ni un 

milímetro. A las pocas semana llegó el demonio y le puso pensamientos en su mente: "¿Por qué 

sigues obedeciendo a Jesús? Yo, no seguiría a alguien, que me haga trabajar tanto y sin sentido.


 Debes alejarte, ya que es estúpido que sigas empujando esa roca... nunca la vas a mover". 

El hombre trataba de pedirle a Jesús que le ayudara, para no dudar de su voluntad, y aunque no 

entendía, se mantuvo en pié con su decisión de empujar. 

Con los meses, desde que se ponía el sol hasta que se ocultaba, aquel hombre empujaba la 

enorme roca sin poder moverla; mientras tanto su cuerpo se fortalecía, sus brazos y piernas se 

hicieron fuertes por el esfuerzo de todos los días. 

Cuando se cumplió el tiempo, el hombre elevó una oración a Jesús y le dijo: "Ya he hecho lo que


 me pediste, pero he fracasado, no pude mover la piedra ni un centímetro". 

Y se sentó a llorar amargamente, pensando en su muy evidente fracaso. 

Jesús apareció en ese momento y le dijo: "¿Por qué lloras?¿Acaso no te pedí que empujaras la 

roca? Yo nunca te pedí que la movieras, en cambio mírate, tu problema físico ha desaparecido. 

NO has fracasado, yo he conseguido mi meta, y tú fuiste parte de mi plan".